Economía, Gráficos, Sonora

Sonora en la ENIGH 2020

El 28 de julio de 2021 el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), publicó la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 (ENIGH2020)1, cuyo levantamiento se llevó a cabo del 21 de agosto al 28 de noviembre de 2020. El objetivo de esta encuesta según INEGI es “proporcionar un panorama estadístico del comportamiento de los ingresos y gastos de los hogares en cuanto a su monto, procedencia y distribución; adicionalmente, ofrece información sobre las características ocupacionales, sociodemográficas y acceso a alimentación de los integrantes del hogar, así como las características de la infraestructura de la vivienda y el equipamiento del hogar”. Los resultados de la ENIGH son relevantes para el diseño y evaluación de la política y programas sociales.

La edición de 2020 de la ENIGH, por su periodo de levantamiento, ya muestra el impacto de la contingencia de la covid-19 en los hogares de los mexicanos.

A continuación se muestra un análisis inicial de los resultados para los hogares del estado de Sonora.

El ingreso mensual promedio de los hogares sonorenses en 2020 fue de $20,452. La mitad de menores ingresos percibe en promedio $8,870, mientras que la de mayores ingresos $32,035.
En este sentido, al tomar la estructura porcentual se puede dar cuenta que una quinta parte de los hogares en #Sonora concentra 48.7% de los ingresos totales, en la ENIGH2018 concentraban 48 por ciento.
Producto del impacto de la contingencia epidemiológica de la Covid-19 en lo económico, los ingresos de los hogares sonorenses disminuyeron -4.4% respecto a la Encuesta 2018, la cual se presentó en todos los deciles. 2
El menos afectado fue el décimo decil, el de aquellos con mayores ingresos, con -2.1%, mientras que los hogares del segundo decil fueron los más afectados con una caída de -8.6 por ciento.
Mediante los resultados de la ENIGH se puede calcular el Coeficiente de Gini3, el cual es un indicador de concentración del ingreso. El indicador toma valores entre 0 y 1, entre más cercano a la unidad mayor concentración del ingreso; y, por el contrario, entre más cercano a 0 menor concentración. En el caso de Sonora se observa un ligero aumento en el Coeficiente, es decir, un aumento en la desigualdad de ingresos en el Estado. En el gráfico se puede observar el impacto de las transferencias para disminuir el resultado del indicador, es decir, disminuir la desigualdad en Sonora.
En cuanto a los gastos de los hogares sonorenses, según la ENIGH2020, en promedio gastan 33% de sus recursos en alimentación y 20% en transporte.
El decil de mayores ingresos dedica en promedio 13% a educación y esparcimiento, mientras el decil de menores ingresos 3 por ciento.

De este análisis inicial se puede concluir que los ingresos de los hogares sonorenses disminuyeron de manera generalizada a lo largo de la totalidad de los deciles. Asimismo, la desigualdad aumentó en Sonora por la menor afectación en el decil de hogares de mayores ingresos, lo cual podría tener impacto en el acceso a educación recrudeciendo aún más los impactos de la pandemia.

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Economía

El consumo de energía

A raíz de la discusión en las cámaras de las leyes secundarias para la reforma energética se ha debatido sobre los beneficios o peligros que conlleva su aprobación. El discurso a favor dice que esta reforma permitirá al sector energético ser el motor que detonará el desarrollo económico de México, y que su aprobación asegurará la autosuficiencia en las décadas por venir; sin embargo, poco se habla del uso que se le da a los energéticos en nuestro país como insumos para la producción de riqueza, ¿qué tan eficientes somos en su uso?

Para responder esta pregunta el Banco Mundial tiene un indicador que mide que tan productivo es el consumo de energía en 160 países. El indicador es realizado con datos de la Agencia Internacional de Energía y relaciona el Producto Interno Bruto de los países convertido a dólares de 2011 por paridad de poder adquisitivo (PPA)1, y el consumo total de energía medido en la equivalencia al consumo de 1 kilogramo de petróleo; es decir, cuánta riqueza genera el consumo de energía si este fuera el único factor.   A continuación se grafican los resultados para los años 2001 y 2011 para siete países de interés.

Sorprendentemente Cuba y Colombia son los países cuyo consumo de energía es el de más eficiencia para la producción de riqueza para el año 2011, con 18.9 y 16.9 dólares por unidad de energía respectivamente2; en ambos casos se tuvo una mejora considerable respecto al resultado del indicador en 2001, teniendo mejoras de 7.7 dólares para Cuba y 3.6 para Colombia.

Contrario a lo que se podría suponer, no es generalizado que un país desarrollado tenga que consumir una mayor cantidad de energía para mantener su economía, el caso de Alemania sobresale en este aspecto. Siendo la sexta economía del mundo por tamaño de su PIB y lugar 40 en el indicador, tiene un mejor resultado al de países en como Brasil o México en el consumo de sus energéticos, además se tuvo una mejora de 2.2 dólares durante el período graficado.

Caso contrario al de las principales economías a nivel mundial, Estados Unidos y China, lugares 94 y 113 respectivamente, que para mantener sus niveles de producción deben hacer un mayor consumo de energía. China, que tuvo tasas de crecimiento del PIB de 10.4% apenas tuvo una mejora en la eficiencia de su consumo de energía de 0.6 dólares.

México es el país 46 en la lista, en el período observado se tuvo una disminución de 0.2 dólares, pasando de 10.4 a 10.2 dólares por unidad de energía consumida, llama la atención que el resultado de Brasil tuvo un comportamiento contrario.

Si el sector energético será el motor del crecimiento del país, como se afirma, se debe ser responsable no sólo en la generación de energía, además debe considerarse ser más eficientes en su uso, sólo así se podrá asegurar la viabilidad a largo plazo. De los ejemplos anteriores, sugeriría observar más que han hecho países como Colombia y menos lo que ha hecho China.

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Economía

El salario mínimo

Durante los eventos de conmemoración del día del trabajo, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Mancera, llamó a conformar un gran debate nacional sobre los salarios mínimos. Mencionó, que en cuanto a su poder adquisitivo, el salario mínimo se ha reducido en 71% de 1976 a 2014¹. Para ilustrar mejor el comportamiento del poder adquisitivo del salario mínimo llevé a cabo el siguiente gráfico².

Mancera mencionó el año 1976 como punto de partida porque éste fue el año donde el poder adquisitivo del salario mínimo fue más alto, el equivalente en 2014 a 237.99 pesos, casi 4 veces el salario mínimo actual. Si tomamos en cuenta que hoy en día 58% de la población ocupada gana entre uno y tres salarios mínimos³, esto es inferior en términos reales a lo de un trabajador ganando el mínimo en 1976.

El declive ocurrido entre 1976 y 1999, año donde el valor fue el más bajo con 63.68 pesos, fue de 73.2 por ciento. Francamente, no creo que las necesidades de las que habla el artículo 123 para definir el salario mínimo se hayan reducido casi tres cuartas partes en esos años4.

Si bien el salario mínimo ha recuperado poder adquisitivo en los últimos 15 años, esta recuperación no ha sido significativa por lo que el debate es vigente y relevante. Considero que la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores a partir del gobierno de José López Portillo y profundizada en el gobierno de Miguel de la Madrid, es una de las grandes deudas del Estado Mexicano.

1/ Pide Mancera debate nacional sobre el salario mínimo

2/ Se calculó el valor en pesos de 2014 del promedio anual del salario mínimo vigente en México de 1969 a 2014, para tal efecto se utilizó el Índice Nacional de Precios al Consumidor con cambio de base al presente año.

3/ Salario Mínimo, ¿Para qué te alcanza?

4/ Según el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, “… los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

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